viernes, 9 de agosto de 2019

Perón le escribía a la Juventud Peronista hace 47 años




Cara a la JP 9 de agosto de 1972

Escrito por Juan Domingo Perón.

Madrid, 9 de agosto de 1972.

A los compañeros de la Juventud Peronista:

Compañeros:

Deseo que mis primeras palabras sean para rendir un homenaje y un recuerdo a los compañeros caídos en la lucha que sostenemos contra la ignominia que ha ensombrecido a la Patria. Todos ellos merecen nuestro reconocimiento más profundo y agradecimiento más sincero; todos ellos han caído en la defensa de su Patria y de su Pueblo. Muchas veces canallescamente asesinados por las bandas parapoliciales que, envileciendo toda condición humana, se prestan al crimen más execrable amparados en una impunidad que deshonra a las instituciones a las que pertenecen. Yo no sé si es la insensatez o la ignorancia lo que enceguece a los que usurparon el poder para no comprender a una juventud que no quiere ser un simple número en los cálculos comerciales de los monopolios extranjeros. Y es una pena que sea necesario que una parte de ella comience a decirlo a tiros, pero también es un aviso serio. Es curioso que, cuando comienza a subrayarse con disparos y explosiones, coincidan con la voz pacífica del Papa, que dijo -dirigiéndose a los peregrinos de Castel Gandolfo: "Los jóvenes perciben la esterilidad de una vida dedicada al consumo".

El fenómeno de las juventudes del mundo que se rebelan tiene su explicación y su razón de ser, más allá de la justificación superficial que le asigna la miopía de los que, en nombre del "orden", quisieran someter a todos a su estúpida concepción de la vida y del Estado. Ellos no perciben que esas juventudes, plenas de derecho, comienzan a luchar por un destino que les corresponde por un determinismo histórico y que han de realizar, pese a quien pese, aunque sólo sea por fatalismo biológico. Ellos no advierten que los jóvenes que luchan pertenecen a las clases medias y pudientes, con una alta preparación intelectual, y con una moral superior a toda ponderación.

Aquella realidad que escapa a los esquemas vulgares y vigentes obliga a preguntarse que está fallando en ellos para que la juventud se oponga violentamente al sistema en que vive, precisamente ella, que si obrara con consecuencia formaría las élites del sistema. Esa es una cosa que no pueden comprender los que habían usurpado el poder del Pueblo para someter a la comunidad al mandato de los poderes foráneos a los que sirven simplemente como fuerzas de ocupación.

Es que hay cosas que están por sobre los gallináceos pensamientos de los que no saben pensar.

La Providencia me ha dado un privilegio: el de que en los últimos días de mi vida me haya sido posible contactar con una juventud esclarecida de la Patria, que no sólo siente y piensa, sino que es capaz de luchar denodadamente por asegurar el futuro de su Patria, que le corresponde por derecho propio.

Esa juventud que ha aprendido a morir por sus ideales es lo único que puede salvar al país en su futuro preñado de acechanzas y peligros. Los idiotas que aún siguen pensando en imponer esquemas y sistemas perimidos no merecen otra cosa que manejar la fuerza que simboliza el derecho de las bestias.

Queridos compañeros de la Juventud Peronista: hemos llegado hasta las puertas mismas de las grandes decisiones. Todo depende ahora de la perseverancia que sepamos poner en la empresa en que estamos empeñados. La ciudadanía, que comprende el sacrificio como ninguna, no ha de ser esquiva para dar el apoyo que merece la juventud. Tenemos razón y defendemos una verdad que ya nadie ignora. Pongamos en su defensa todo el tesón de que seamos capaces y luchemos con firme voluntad de vencer y el futuro será nuestro.

Pero no olvidemos que el éxito no depende de la casualidad ni sale al paso. El éxito se concibe, se prepara y se realiza para explotarlo luego. Pongamos en ello una firme voluntad y un pensamiento claro, que lo demás es sólo ejecución.

Deseo que el final de estas pocas palabras sean las mismas con las que comencé. Hagan llegar mi recuerdo y mi homenaje a todos los compañeros que han caído, como a los que han sufrido vejámenes y torturas físicas y morales en manos de la canalla entronizada o han sido confinados en las cárceles o barcos prisiones, por cumplir con sus deberes de verdaderos argentinos.

A todos ustedes les hago llegar también, junto con mi abrazo más afectuoso, mis mejores deseos.

Firmado: Juan Domingo Perón.

1 comentario:

  1. JUAN DOMINGO PERON, EL MAXIMO REFERENTE DE DE LOS ARGENTINOS, FUE EL EJEMPLO A SEGUIR NO SOLO POR LA JUVENTUD, SINO POR TODO EL PUEBLO ARGENTINO Y EN ESPECIAL POR EL PUEBLO TRABAJADOR....JUAN DOMINGO PERÓN SEGUIRE TU DOCTRINNA Y SERE PERONISTA DE POR VIDA !!!!

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