martes, 14 de febrero de 2023

Hace 49 años Perón le hablaba a la juventud: "A esa masa se la debe servir con un proceso permanente, no a golpes ni con bombas."

 



Palabras del Presidente de la Nación,

Teniente General Juan Domingo Perón, pronunciadas

durante la segunda reunión

con los dirigentes de la Juventud Peronista,

llevada a cabo en la residencia

Presidencial de Olivos.

14-2-74


-Como se nos acaba el tiempo, prefiero hacer algunas reflexiones a los compañeros. 

Todas las revoluciones sin excepción, pasan siempre, como lo he repetido muchas veces, por cuatro etapas. La primera es, indudablemente, el adoctrinamiento y la preparación ideológica de esa revolución. La segunda etapa es la toma del poder; porque esto se realiza siempre desde el poder.

La revolución que quiera ser profunda y trascendente, cualquiera sean las formas en que se la realice, tiene que ser preparada antes de la toma del poder, para realizarla desde el poder.

La tercera etapa, que denominaremos dogmática, es la reafirmación ideológica y el proceso doctrinario de realización.

La cuarta y última etapa de la revolución es su consolidación a través de una organización que dé permanencia y sustancia permanente a esa revolución, que no necesita ser permanente,como en la teoría trotskista. Ningún pueblo vive en revolución permanente.

Las revoluciones son etapas de transformación, pero ello no puede ser lo permanente.


EJEMPLOS HISTORICOS


Esto lo podemos ver en los ejemplos de la historia. En la Revolución Francesa, la etapa doctrinaria son los enciclopedistas y sus trabajos; la toma del poder, es el 14 de julio. La etapa dogmática es el imperio, y la institucional es la primera república.

Si lo quieren ver, en el otro bando, el comunista, pueden observar que el adoctrinamiento son Lenín, Marx, Engels y todos los que trabajaron en la preparación de esa revolución en el año 17, que es la toma del poder.

La etapa dogmática, es Stalin; la etapa institucional, es Kruschev y las nuevas organizaciones que ahora ya han establecido el sistema. En consecuencia, en esa evolución pendular que es siempre lo social y lo político llegaron a la extrema izquierda y ahora vuelven al otro extremo para constituir un capitalismo de Estado.

Es decir que este es un proceso natural dentro de las formas normales de la revolución. Algunos creen que la revolución es tomar el poder y ponerse a hacer "macanas".

No. Existe un proceso que fija una etapa histórica, en cualquier país que se decida a hacer esa revolución, y no tiene por qué ser cruenta; puede ser totalmente incruenta, siempre que remueva profundamente la comunidad que se desea transformar.


EL PRIMER INTENTO


Nosotros ya hemos estado durante muchos años luchando. Hicimos un primer intento; tomamos el poder que es lo que nos posibilitó el adoctrinamiento del pueblo argentino, ya que dio lugar a que pudiéramos fijar una ideología.

Pero como la historia está hecha de acciones y reacciones,vino una reacción que nos desplazó. Tuvimos que luchar nuevamente para la toma del poder, para consolidar la segunda etapa revolucionaria.

Lo hemos conseguido de la forma en que debe conseguirse para que sea permanente y ejecutable. Es decir, mediante la decisión del pueblo, que es la única que necesita el hombre que hace la revolución para realizarla incruentamente. Sin destruir, sino comenzando a construir en la etapa dogmática que es la que estamos viviendo. Pero en esa etapa es necesario imponer el dogma; por eso se llama dogmática, dejando para después lo normal y permanente, que es la institucionalización, que debe venir como consecuencia de ella. A nosotros nos está pasando lo que ocurre en todas las revoluciones: se ha venido luchando con una consigna, la consigna justicialista, que implica todo lo que nosotros venimos haciendo desde hace treinta años.


EL DESVIACIONISMO


Hemos tomado el poder; las masas son conscientes de lo que se está realizando. Pero qué ocurre: los dirigentes comienzan a tener dentro y fuera del dogma sus propias preferencias y luchan por ellas en vez de hacerlo por la ideología y la doctrina que dio razón de ser al movimiento revolucionario.

Esto no es nuevo. No se olviden de la revolución cultural china. Es en base de un proceso como este lo que nos está pasando a nosotros. El desviacionismo que se produjo en los primeros diez años en la etapa dogmática, después de llegar al poder, llevó a 'la revolución cultural y a la limpieza que se hizo en China para tomar el camino que los condujera a la verdadera revolución que ellos ansiaban. Lo mismo ocurrió con la revolución francesa, que tuvo una etapa que duró cinco años. Ellos lo arreglaron con la guillotina.

Es también una manera de arreglarlo; pero las revoluciones pasan todas por estas etapas de intento de divisionismo, que obedecen más a los intereses personales de algunos dirigentes que a una verdadera desviación doctrinaria o ideológica.

Por eso la masa normalmente está en lo inicial y son los dirigentes los que trabajan en la deformación. El peligro está, precisamente, en que esa masa sea engañada, porque eso no puede ser aceptado en una revolución.


LA JUVENTUD ES EL FUTURO


Eso mismo nos está pasando a nosotros; no es nuevo ni debemos afligirnos por eso. Debemos aclarar esta situación para que la decantación natural nos vaya llevando a la consolidación de un hecho real en la organización de la juventud.


Lo más importante en toda revolución es precisamente la juventud. ¿Por qué? Porque es el futuro, y las revoluciones no se hacen para ahora, sino para el futuro. Nosotros seremos quizá los que trabajemos arduamente por conseguirla; pero los que van a gozar, disfrutar o sufrir son los que nos sigan a nosotros y a ustedes.

Ese proceso de transformación implica también un trasvasamíento generacional; es decir, para que las doctrinas no sufran y las ideologías no se frustren, es indispensable un proceso generacional, ordenado y armónico, que es lo que se pretende dar a la juventud con una capacitación. Porque de otra forma, ¿para qué habríamos hecho nosotros un esfuerzo de treinta años, si luego viniera una juventud incapacitada y destruyera todo lo que hemos hecho? ¿Qué interés podríamos tener nosotros en seguir trabajando, o en seguir sacrificando mucha gente y mucho tiempo a la realización de una tarea que ha de frustrarse en el futuro?

Es tan importante hacer la revolución como asegurarle el futuro a través de una generación nueva, que siga los mismos lineamientos, porque si no, se va zigzagueando en el aire hasta frustrarse. Es lo que en parte ha estado sucediendo en estos dieciocho años pasados, en que todos los gobiernos se han frustrado. Quizá todos llegaron con buenas intenciones, pero, "el camino que conduce al infierno se dice que está empedrado de buenas intenciones". No es suficiente la buena intención, sino que es necesario que sea acompañada por un permanente trabajo organizado.


REVOLUCION CULTURAL


Yo los he escuchado a ustedes y veo que tienen la más profunda razón. Estamos ahora en plena revolución cultural en lo que se refiere a la juventud y estamos aventando la mala semilla. Eso ha de ser previo a cualquier organización futura, es decir, sacar lo que no sea de nuestro Movimiento y organizarlo con los que pertenezcan a él. Porque no todos los que se ponen la camiseta peronista, son peronistas, ni todos los que gritan 'Viva Perón' son justicialistas, es decir, que piensan y sienten como piensa y siente el Movimiento.


Nuestra revolución tiene su razón de ser en una masa, y hay que interpretar, obedecer y servir a esa masa. Si eso no se realiza, no es Justicialismo. A esa masa se la debe servir con un proceso permanente, no a golpes ni con bombas.

Eso no resuelve nada. Es la inteligencia, la comprensión, el trabajo consciente de todos los días lo que va conformando el ideal que sustentamos y que queremos lanzar hacia el futuro.

Si ponemos bombas, estamos destruyendo inútilmente. ¿Si nos matamos en la calle, qué vamos a solucionar?

Las revoluciones de masas deben ser tranquilas, en paz, construyendo y no destruyendo; es decir, amalgamando esas masas en un sentido y sentimiento que sea real y efectivo para asegurar el futuro, que es lo que nosotros queremos hacer ahora desde el gobierno. Tenemos el consenso público.

¿Cómo van a poder perturbarnos los que fuera del Movimiento están tratando de pelear y matar gente, o los que dentro de él están procurando también servir a esos en sus objetivos totalmente inconfesables? Esos hechos o esas excrecencias suceden en todas partes y en todas las revoluciones.

No creamos que es una cosa exclusivamente nuestra. Los hombres son así.

Entonces, lo que debemos hacer es organizarnos los que pensamos de una misma manera, los que tenemos los mismos objetivos, los que queremos servir a una comunidad organizada, los que queremos construir para el país y para el pueblo un futuro mejor. Si nos ponemos todos de acuerdo, verán ustedes como en poco tiempo la organización de la rama juvenil será un hecho.


ORGANIZAR NO ES JUNTAR GENTE


Nosotros tenemos un Consejo Superior del Movimiento Peronista. Es hacia allí donde hay que concurrir para organizarse. De allí sale -diríamos así- lo que habrá que hacer para ir realizando una depuración, construir, además, una organización.

Pero una, que podrá estar dividida en cincuenta partes; porque si practica siempre la misma ideología y doctrina, estarán siempre unidas .

Ya he dicho varias veces que organizar no es juntar gente, como algunos creen. Organizar es aunar sentimientos.

De manera que antes de juntar a la gente hay que convencerse que sienten y piensan de la misma manera. De lo contrario, en cuanto se junten, saldrán a los síllazos. En cambio. si están más o menos en claro de que todos piensan y sienten de una misma manera, cuanto más discutan, probablemente más se aglutinen y cohesionen. Eso es lo que pienso que hay que hacer.

Existe un Consejo Superior del Movimiento Peronista en el que se cohesionan las ramas que forman nuestro gran movimiento: la política, la sindical y la juvenil. Las dos primeras ramas están ya organizadas, sobre todo para las funciones que deben realizar. Y si no, acuérdense de las elecciones.

El partido político no tiene otra finalidad que las elecciones. Pero están también organizadas las otras fuerzas que no son solamente políticas. Cuando hablamos de una comunidad organizada, nos referimos a todas las organizaciones que gravitan en esa comunidad, ya sea con acción política, con acción social, con acción económica, con acción cultural, etcétera.

Eso es lo que nuestro Movimiento quiere. Cuando yo he hablado de una comunidad organizada, Es a ese tipo de comunidad que me he referido: que cuando haya que hacer un trabajo en común, las fuerzas que han de realizado estén organizadas, porque entonces representan la idea y el sentir general de esa masa que la compone.

Yo les agradezco muchísimo todas las iniciativas que ustedes han expresado, pero creo que, como decía uno de los compañeros, hay que empezar a organizarse sobre la raíz que da vida y vitalidad permanente a las organizaciones que que es el Consejo Superior del Movimiento Peronista. Quien no esté contactado, por lo menos con él, es inútil que diga que es peronista. De manera que vamos a comenzar ya un trabajo más eficaz, comenzando a establecer los contactos indispensables con el Consejo Superior Peronista, que en muy poco tiempo ha de quedar totalmente constituido.


LA REPRESENTACION AUTENTICA


En consecuencia, a ese Consejo hay que concurrir con todas las inquietudes. Todas las organizaciones que sean realmente peronistas, deben dirigirse allí , porque es el Consejo quien va a decir como organizarse y va a ayudar a realizar esa tarea, porque en esto también se necesita una ayuda material.

Todo ello se está preparando y dentro de poco tiempo ha de estar en funcionamiento. El congreso del Movimiento ahora está en un cuarto intermedio estudiando y buscando la mejor gente para constituirse. Mientras tanto, a través de las distintas ramas que integran el movimiento, irán materializando la posibilidad de nombrar sus fehacientes representantes.

Recién entonces la organización comenzará a ser realmente necesaria, cuando los que estén constituyendo el Consejo sean los reales representantes de los que forman el Movimiento, tanto en 'lo político como en lo social y en la juventud.

Por eso, a pesar de que seguiremos estas reuniones los días jueves. espero que las próximas sean ya para ir, más o menos, informando sobre como se rea1izará esa organización hacia el Conseio Superior. Esta entidad tomará las medidas para conectar todas las fuerzas peronistas que, con sus dirigentes, vayan concurriendo a ese Consejo Superior, contactándose en forma orgánica. que es lo que necesitamos. Estamos todavía inorgánicamente constituidos por pequeños grupos y por muchos que son dos veces "grupos": grupo por su formación y "grupo" por su pensamiento.

Todo esto lo tenemos que ir realizando sobre la marcha. El Consejo Superior ya tiene las instrucciones necesarias para ir conectando a todos los compañeros que concurran, ya sean del interior de la República como de la Capital Federal o del gran Buenos Aires. Es decir después de saber quién es quién empezamos a juntarnos y organizarnos para poder sumar voluntades de una misma especie.

En este sentido yo les pido que comiencen ahora ese trabajo. Todas las agrupaciones peronistas, cualquiera sea su signo, deben conectarse oficialmente al Consejo Superior Peronista y este tendrá la responsabilidad de decirles si o no, porque las dos cosas podrá decir.

Desgraciadamente, mi oficio no me da mucho tiempo y me tiene siempre a los saltos.

Quiero agradecerles que hayan venido hasta aquí. Si ustedes desean pueden quedarse en este local para conversar entre ustedes en la forma que deseen. Siempre es bueno cambiar opiniones y charlar un poco sobre estas cosas; eso suele ser muy conveniente. Para eso, queda esto a disposición de ustedes, mientras yo me voy a otra tarea que me está esperando.


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